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    ¡Estrasburgo como capital europea!

    El Camping de Strasbourg situado a tan solo 3 km del casco histórico es un lugar ideal para alojarse y salir a descubrir Estrasburgo, a pie o en bici, siguiendo los carriles bici en la entrada del camping. El punto de información turística del camping está disponible en la recepción. Nuestro personal de recepción te comunicará las «mejores direcciones» de restaurantes y te guiarán con gusto por tu aventura estrasburguesa durante todo el año.

    La «Grande-Île», inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO

    Descubre el centro histórico de la capital de Alsacia y su diverso patrimonio único. El barrio antiguo y pintoresco de la Petite France antes habitado por curtidores y molineros. La Petite France revela unpatrimonio arquitectónico único con sus casas con entramados de madera y sus callejuelas bulliciosas que le dan aun más encanto. ¡Visita obligatoria!

    La catedral de Notre-Dame y el corazón de la ciudad

    Admira la imponente catedral de Notre-Dame que con sus 142 metros de alto no te la puedes perder.
    Podrás acceder a su plataforma situada a 66 m desde donde hay unas impresionantes vistas de la ciudad.

    El mejor plan: Entrada gratuita el primer domingo de cada mes.

    En el corazón de la ciudad, la catedral se muestra imponente rodeada por importantes tesoros como la casa Kammerzell, una de las obras estrasburguesas más célebres. Admira este antigua casa de vendedores de estilo renacentista, actualmente convertida en un reputado establecimiento de restauración.

    Descubre también sus numerosas callejuelas y lugares de renombre como la place du Châteaudonde se alza el Palais Rohan, pero también laplace Gutenberg, la place Kléber, la place du Marché-aux-cochons-de-lait…

    Estrasburgo como capital europea es el símbolo de la reconciliación entre el pueblo y el futuro de Europa. Descubre el barrio europeo, que no ha parado de crecer a lo largo de los años y hoy reúneimportantes monumentos de la arquitectura contemporánea.
    No te puedes perder el Palacio de Europa que es la sede social del Consejo de Europa, el Palacio de los Derechos del Hombre así como el Parlamento Europeo.

    Visita también el barrio imperial alemán y sus edificios imponentes, construidos a finales del siglo XIX en memoria del Káiser. Descubre la influencia alemana que refuerza la influencia francesa y convierte a Estrasburgo en una ciudad única. No te puedes perder la Plaza de la República, el Palacio del Rin, la Biblioteca Nacional y Universitaria, elTeatro Nacional de Estrasburgo…

    Visitar Estrasburgo también es disfrutar de las largas orillas del río Ill donde podrás descubrir la antigua aduana o incluso el Cour du Corbeau. También es disfrutar de sus numerosos parques y jardines: el jardín botánico y todo su verdor, el Parc de l’Orangerie y sus cigüeñas…

    Estrasburgo también te ofrece numerosas salidas culturales como sus museos: el Musée Alsacien, elPalais Rohan (Museo Arqueológico, Museo de Artes Decorativas, Museo de Bellas Artes), el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, el Museo Histórico de la ciudad de Estrasburgo…

    El mejor plan cultural: la capital de Alsacia abre las puertas de sus museos de forma gratuita el primer domingo de cada mes de 10h a 18h.

    Una parada ineludible en uno de los numerososwinstubs, taberna tradicional cálida y acogedora donde se degustan las numerosas especialidades de Alsacia.
    Estas son algunas de ellas: el chucrut, elbaeckeoffe, la flammekeuche, los Fleischknepfle(albóndigas), los Spaetzle, bretzel… sin olvidarnos de la cerveza de Alsacia y los famosos vinos de Alsacia.

    Estrasburgo, capital de la Navidad —

    La Navidad en Estrasburgo es mágica, fantástica… No hay palabras para describir el ambiente que reina en la ciudad en esta época del año.
    Descubre el mercado navideño más antiguo de Europa, creado en 1570. En diciembre, al atardecer, la ciudad se cubre con un manto de luz y se convierte en la ciudad más iluminada de Europa.
    Descubre, en un entorno único, los mercados y el olor a vino caliente, las iluminaciones, las casas decoradas, el abeto gigante de la plaza Kléber… sin olvidarnos de degustar los deliciosos pastelitos de Navidad: los Bredele. Un verdadero momento para compartir y festejar que hará las delicias de grandes y pequeños.

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